¿Y ahora, adónde vamos?: un manifiesto antibelicista en clave de comedia

¿Qué papel juegan las mujeres, esposas y madres sufridoras en conflictos bélicos? Ya sean de índole racial, religioso o de cualquier otro tipo, las mujeres quedan relegadas a un segundo plano, mientras quienes se encargan de la lucha son ellos, que resuelven sus diferencias a tiros.

Este es el planteamiento inicial de ¿Y ahora, adónde vamos? Un largometraje en clave de comedia firmado por la director libanesa Nadine Labaki. En este su segundo trabajo después de Caramel en 2006, la directora aborda la historia desde una perspectiva femenina y matriarcal. Son ellas quienes manipulan y controlan a los hombres sin ellos saberlo en un pequeño pueblo del Líbano donde cristianos y musulmanes han vivido en paz durante décadas. Sólo cuando los enfrentamientos entre ambas religiones llegan a los oídos de los hombres desde el exterior, empiezan los problemas. A pesar de los esfuerzos de las sufridoras mujeres porque sus hijos y maridos no enciendan la mecha del odio, las riñas y disputas vuelven a surgir y es cuando el ingenio de estas féminas entra en funcionamiento para mantener la tranquilidad del pequeño pueblo.

Las diferencias religiosas son evidentes y generan situaciones de gran comicidad que la directora ha sabido aprovechar al máximo. Con escenas hilarantes, el espectador podrá ver los esfuerzos de todas estas mujeres vestidas de negro que sufren por los hombres de sus hogares. Tendrán que buscarse las mañas y aliarse (más allá de diferencias religiosas) para conseguir vencer el odio entre sus maridos.

La película ha tenido un largo recorrido por varios festivales: Cannes, San Sebastián y Toronto, la cinta empieza a cosechar sus primeros frutos como el premio del público en el Festival Mujeres en Acción de Cuenca. Aún habrá que esperar hasta el 13 de enero para que llegue a los cines, pero quienes hemos podido verla con antelación podemos asegurar que se trata de una delicia que aborda un tema tan serio y dramático como es la guerra desde una mirada limpia, cómica y diferente. Una visión optimista y racial con humor sin artificios ni grandes aspavientos que hará las delicias de los amantes de las pequeñas historias. Muy recomendable por convertir en ligera una historia con gran mensaje.